Sigmund Freud  una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX y padre del psicoanálisis creía que el amor era la mitad de la vida de una persona.

La ciencia encuentra que, el amor es una emoción compleja, un sentimiento que tiene sus bases orgánicas en el cerebro y no precisamente  el corazón.

Freud suponía que alguien gozaba de buena salud psíquica si estaba en condiciones de amar y trabajar. En resumen el amor es considerado el motor de la vida.

El prestigiado Doctor Argentino Miguel Spivacow, especialista en Terapia de parejas y autor de varios libros como “La pareja en conflicto” cree que, ante todo, es conveniente distinguir entre lo que es amar y lo que implica enamorarse.

El enamoramiento es una atracción inicialmente irresistible, pero su intensidad declina con el tiempo. El amor puede ir creciendo, incluye crisis, alejamientos y acercamientos, sin embargo los protagonistas vuelven a elegirse.

La psicóloga y escritora Argentina  Clara Coria define: El amor es un sentimiento que vive a través de vínculos que cada pareja es capaz de construir, cada quien con su cerebro, con sus conexiones químicas, con sus deseos, pulsaciones, tiempos y posibilidades de amar.

La pregunta tal vez no deba ser cuánto te amo o me amas, sino  ¿de qué forma?

El amor es toda una mezcla donde convergen la ideología, la objetividad, la subjetividad, los sentimientos, el mundo interno, las historias de vida y no la  simple expresión del afecto entre dos seres. Es hermoso pero en ocasiones duele.  El amor vívelo plenamente, festéjalo siempre, no  te límites, cada día es una oportunidad de expresar amor.

El amor es el significado último de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.

Rabindranath Tagore