Más sexo o mejor sexo.
La sexualidad es uno de los temas más complejos de nuestra vida, nada tiene tanta importancia práctica para la vida personal como el conocimiento de la sexualidad humana, no solo en lo que se refiere a genitalidad o reproducción, sino también su relación con sentimientos de ternura, amor, afecto, deseo, necesidad del otro etc.
Lowen (2000) afirma: La sexualidad y el amor forman el meollo de todo organismo viviente. Dan sentido a su vida y proporcionan la más fuerte motivación de placer para su comportamiento.
La confusión proviene de la equiparación de a mayor frecuencia de relaciones sexuales, mayor satisfacción sexual. De acuerdo a una investigación publicada por la Society For Personality and Social Psychology basta con hacer el amor una vez a la semana para que la vida en pareja funcione. Este estudio contradice la tradicional reivindicación de la abundancia sexual.
El deseo de hacer el amor, de tener relaciones sexuales, es algo individual y propio, aunque sea una actividad entre dos, es algo que tiene que ver con nuestro cerebro, no con la vagina o el pene.
No existe lo normal en cuanto a cuantas veces tener sexo, lo ideal es que tú y tu pareja tengan más o menos las mismas ganas, cuando este ideal no se cumple, la clave está en la comunicación. Y la herramienta para que el cerebro de una persona se conecte con el de otra es precisamente la comunicación.
Cada pareja definirá su vida sexual dentro de lo que entiende necesario y satisfactorio basándose en sus principios, personalidades, socialización y aprendizaje.
La vida sexual al principio de la relación suele ser intensa y sumamente pasional, luego la frecuencia y la intensidad van disminuyendo, pero en cualquier momento de la relación siempre será necesario un compromiso de los dos de mantener una vida sexual plena a lo largo de toda su relación de pareja, no basada en una lucha por mantener la máxima periodicidad, más bien preocupados por mantener la capacidad de recibir y transmitir afecto, encontrar el momento adecuado de compartir, propiciar emociones, seducir.
La sexualidad es un privilegio que tenemos los seres humanos y el comportamiento sexual dice Alexander Lowen no puede separarse de la personalidad del individuo, por lo que este comportamiento es único y cada miembro de la relación es responsable de cuidar su propia sexualidad y la sexualidad en pareja.
El sexo es comunicación. Es dar placer a otra persona para generar placer en nosotros mismos.
Damiro Sáenz.
Escritor Argentino