Tolerancia, soportar la tensión de la divergencia.

Tolerancia: armonía en la diferencia, deber moral, virtud que hace posible la paz, aplicable en todos los aspectos de nuestra vida, aplicable con la familia, cuando recibimos un comentario negativo o una crítica, aplicable hacia la libertad de culto religioso, con quienes tiene distinta cultura, en el trabajo etc…
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) define la tolerancia como el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos.
La tolerancia es el principio ético de la convivencia humana, y no confundamos ser tolerantes con ser indiferentes. La tolerancia deja las puertas abiertas al dialogo, a la comunicación, pero sobre todo al entendimiento de que en nuestra sociedad existe una gran diversidad cultural, religiosa, sexual, étnica, etc., que siempre y en todo lugar debe ser tratada con respeto.
¿Qué puedes hacer para aumentar tu tolerancia?
1.- El primer paso es ser consciente de ella. Si tu reacción cuando sucede algo que te molesta es de enojo, quizá tienes baja tolerancia.
2.- Distingue entres deseos y necesidades. A veces reaccionamos como si nuestros deseos fueran necesidades orgánicas que necesitan satisfacción inmediata, lo cual es erróneo.
3.- Controla tus impulsos. Pregúntate cuando sientas el impulso de hacer algo, si es necesario y cuáles son los resultados que has tenido cuando reaccionas de determinada forma.
4.- Aprende a soportar el dolor y el malestar. Utiliza la fuerza de tus pensamientos para lograrlo.
5.- Controla tu ambiente en la medida de lo posible. Evita el tabaco, alcohol o drogas, no pases por una sala de juegos si eres adicto a jugar, no lleves tarjetas de crédito si eres comprador compulsivo.
La tolerancia es un aprendizaje que debe consolidarse desde etapas tempranas en el desarrollo del ser humano ayudando los padres día con día a comprender que las vivencias experimentadas muchas veces son independientes a nuestra voluntad, que debemos sentir situaciones de insatisfacción pues no somos omnipotentes, las pequeñas dosis de frustración a lo largo de nuestras vidas son necesarias para un crecimiento emocional.
Yo puedo estar en contra de lo que tú sostengas, pero voy a defender hasta la muerte tu derecho a decirlo.
Voltaire